En Sama, ofrecemos nuestros servicios de galvanizado y zincado, asegurando que cada proyecto que realices esté preparado para resistir el paso del tiempo y las condiciones más exigentes.
En Sama ofrecemos servicios especializados de galvanizado y zincado, dos procesos fundamentales para la protección de metales contra la corrosión y el desgaste. Ambos métodos, el galvanizado en caliente y el zincado electrolítico, ofrecen una protección duradera y estéticamente atractiva para tus proyectos, dependiendo de las necesidades específicas de cada aplicación.
En Sama, evaluamos cuidadosamente las necesidades de cada proyecto para ofrecer el tipo de recubrimiento que mejor se adapte a tus necesidades, asegurando así la máxima protección y durabilidad de tus productos.
Este enfoque nos permite proporcionar soluciones personalizadas que garantizan la satisfacción y seguridad en cada aplicación de nuestros servicios de galvanizado y zincado.
En Sama, ofrecemos nuestros servicios de galvanizado y zincado, asegurando que cada proyecto que realices esté preparado para resistir el paso del tiempo y las condiciones más exigentes.
El galvanizado es un proceso en el que una capa de zinc se adhiere a la superficie del acero o hierro para protegerlo de la corrosión.
El Galvanizado en caliente es el proceso más común y efectivo, donde las piezas de metal se sumergen en zinc fundido a temperaturas que rondan los 450°C. El zinc reacciona con la superficie del metal formando varias capas de aleación zinc-hierro, lo que garantiza una protección duradera y una alta resistencia a impactos. Este tipo de galvanizado es ideal para piezas que estarán expuestas a condiciones ambientales severas, como estructuras exteriores o equipos industriales.
Las principales ventajas del galvanizado incluyen su durabilidad, rentabilidad, y la protección completa de todas las superficies, incluidas las zonas de difícil acceso. Además, el zinc utilizado es reciclable, lo que convierte al proceso en una opción sostenible.
El zincado es un proceso similar al galvanizado, pero generalmente se refiere al recubrimiento de piezas con zinc mediante métodos como la galvanoplastia (electrogalvanización) o el zincado por sherardización. Este último crea una capa uniforme alrededor de la pieza, ideal para componentes pequeños o piezas con formas intrincadas.
El zincado, especialmente el electrozincado, es común en sectores donde se requiere una estética atractiva además de la protección anticorrosión, como en la fabricación de piezas de automóviles, tornillería, y otros elementos de fijación.
Ambos procesos, aunque similares en su objetivo de proteger el metal, tienen aplicaciones y ventajas específicas:
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